El sol dispara oblícuo
luz-metralla
que se estrella contra vidrios
y edificios,
en un estruendo de reflejos
que no se oye
en el silencio ruidoso
de esta urbe.
Tan viejo y a la vez
tan mentiroso,
peluquero explorador
de las mañanas,
dando brillo a las canas
de los techos;
jugandoa ser "El Greco"
en las veredas
y halagando vanidades
de ventanas
que en sus modestos marcos
alardean
jugando con tu cara
a ser espejos
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